¡Advertencia!
Esta pieza contiene un lenguaje muy fuerte que puede ofender a algunos lectores.
Discurso o texto abusivo o amenazador que expresa prejuicios contra un grupo o una persona en particular, especialmente por motivos de raza, religión, orientación sexual o apariencia.
A diferencia del discurso de odio o del acoso cara a cara, su homólogo online permite atacar en cualquier momento. Cada hora se publican una media de 120 mensajes ofensivos que contienen la palabra «negrata». En el mismo lapso de tiempo, se envían alrededor de 720 tweets contra los «maricas» y más de 1.800 tweets que hacen referencia a una «puta». Y las palabras duelen.
El discurso de odio nunca es un solo comentario, sino un aluvión constante de mensajes que atacan a una persona o comunidad de forma brutal y constante. No es un gran puñetazo en la cara, sino una ola acumulativa de odio que puede tener consecuencias terribles.
Los pensamientos e intentos de suicidio entre los adolescentes se han prácticamente duplicado desde 2008, de modo que el suicidio se ha convertido en la principal causa de muerte en España entre las personas de 10 a 34 años. Y el acoso online puede tener un papel importante en esto: los estudiantes que han sufrido ciberacoso tienen casi el doble de probabilidades de intentar suicidarse.
Twitter stream data from July, 22 until today (2021). Plemmons et. al. (2018) “Hospitalization for Suicide Ideation or Attempt: 2008–2015” Pediatrics CDC. (2019) “Leading causes of death Reports”. CDC (online) Hinduja & Patchin. (2018) “Connecting Adolescent Suicide to the Severity of Bullying and Cyberbulling” Journal of school violence
Contexto
El discurso de odio online, así como el ciberacoso, son formas de violencia discursiva que tienen lugar en plataformas online que ofrecen a los autores el beneficio del anonimato y un amplio alcance. Varios estudios demuestran que las redes sociales son el entorno en el que el discurso de odio se propaga más rápidamente, y que recibe likes, se comparte y se difunde con más rapidez que cualquier otro tipo de contenido digital.
Para algunas personas, sin embargo, puede que el discurso de odio ni siquiera sea violencia. La línea divisoria entre la libertad de expresión y el contenido violento parece subjetiva: una encuesta de 2015 reveló que el 65% de los estadounidenses creen que deberían poder hacer públicamente declaraciones que resulten ofensivas para las minorías. El 46% de los europeos piensan lo mismo.
En opinión de otras personas, el contenido de odio supone un grave peligro para la cohesión de una sociedad democrática y la protección de los derechos humanos.
Lo que está claro es que estos insultos digitales fomentan la violencia física y a menudo son un catalizador de prejuicios y conflictos.
Académicos del proyecto HateLab, de la Universidad de Cardiff, recopilaron datos registrados por Twitter y la policía sobre delitos cometidos en Londres durante un periodo de ocho meses para analizar si existía una conexión significativa entre la violencia física y la digital.
La universidad revela que «sus resultados muestran que, a medida que aumentaba el número de tweets de odio, también lo hacía el número de delitos con agravantes raciales y religiosos, que incluían violencia, acoso y daños criminales».
Conceptos relacionados
Suicidio: la Organización Mundial de la Salud define el suicidio como «el acto de matarse deliberadamente». Sus estadísticas ponen de manifiesto que cada año casi un millón de personas mueren por esta causa, el 86% de las cuales se encuentran en países de renta baja o media. Es una persona cada 40 segundos.
En el mundo occidental, los hombres se suicidan entre tres y cuatro veces más que las mujeres. Se ha descrito el suicidio entre los hombres como una «epidemia silenciosa»: epidemia debido a su alta incidencia y contribución sustancial a la mortalidad de los hombres, y silenciosa debido a la falta de conciencia pública, la escasez de investigaciones explicativas y la reticencia de los hombres a buscar ayuda por cuestiones relacionadas con el suicidio.
Matthew, Dutt, Goyal, Mukherjee. (2018) “Spread of hate speech in online social media”. Cornell University. Pew Research Center, Council of Foreign Relations (2015). Council of Europe (2020) “Hate Speech and Violence” (online) Cardiff University (2019) “ Increase in online hate speech leads to more crimes against minorities” Phys.org (online) WHO (2020) “Health topics: Suicide” (online)
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